Wednesday, April 10, 2013

Two poems by Enrique Lihn (Chile, 1929-1988), my translation / Dos poemas de Enrique Lihn

 
Cities

Cities are images.
An exercise book suffices to create
the absurd life of poetry
in its first infancy:
Durer's astonishment cubed
and a pain that wistfully
fails to be itself.

Two white rats spin
at the speed of neurosis.
Having turned in the great world like in a cage
for precisely sixty days
I set on a single thought:
rats spinning.

White, hairy, minute sphere
split in two halves that leap to come together.
But where slash, puzzled smoothness and
pain were are now these tiny legs,
and in between dividing sexes
compensatory sexes.
Things sprout from us where we were
separate beings entirely, entirely separate.
Five minutes of hatred in total. Five minutes.

Cities equal getting lost in the same old street,
in that part of the world, never elsewhere.

What couldn't not matter
if the whole were given back in two words
the being pettily the same of the different?
Final day sun, what great ending
for poetry and its efforts!

In the great world like in a cage
I tune a dangerous instrument.


From Poesía de paso Editorial Universidad Diego Portales
You can find poems by Lihn translated into English here. Work published in English: The Dark Room and Other Poems, New Directions, and Figures of Speech, Host Publications.


Narcissus' Old Age

I look at myself in the mirror and can't see my face.
I have vanished: the mirror is my face.
I have made myself vanish
– since from seeing myself too much in this broken mirror
I have lost the meaning of my face
or, having counted it so much it is now infinite to me
or the nothingness that in it, like in all things,
was hidden hides it,
the nothingness in everything like the sun in the night,
and I'm my own absence before a broken mirror.

From Poemas de este tiempo y de otro Ediciones Renovación


Ciudades

Ciudades son imágenes. / Basta con un cuaderno de escolar para hacer / la absurda vida de la poesía / en su primera infancia: / extrañeza elevada al cubo de Durero, / y un dolor que no alcanza a ser él mismo, / melancólicamente. // Dos ratas blancas giran en un círculo / a la velocidad de la neurosis; / después de darme vueltas sesenta días justos /
en el gran mundo como en una jaula, / me concentro en un solo pensamiento: / ratas que giran. // Blanca, velluda, diminuta esfera / partida en dos mitades que brincan por juntarse, / pero donde fue el tajo, la perpleja lisura / y el dolor, ahora están esas patitas, /
y en medio de ellas sexos divisorios, / sexos compensatorios. / Nos salen cosas donde fuimos seres / aparte enteramente, enteramente aparte. / Cinco minutos de odio, total. cinco minutos. // Ciudades son lo mismo que perderse en la calle / de siempre, en esa parte del mundo, nunca en otra. // ¿Qué es lo que no podría dar lo mismo / si se le devolviera al todo, en dos palabras, / el ser mezquinamente igual de lo distinto? / Sol del último día; ¡qué gran punto final  / para la poesía y su trabajo! // En el gran mundo como en una jaula / afino un instrumento peligroso.

De Poesía de paso Editorial Universidad Diego Portales

La vejez de Narciso

Me miro en el espejo y no veo mi rostro / He desaparecido: el espejo es mi rostro. / Me he desaparecido; / porque de tanto verme en este espejo roto / he perdido el sentido de mi rostro / o, de tanto contarlo, se me ha vuelto infinito / o la nada que en él, como en todas las cosas, / se ocultaba, lo oculta, / la nada que está en todo, como el sol en la noche, / y soy mi propia ausencia frente a un espejo roto.

De Poemas de este tiempo y de otro Ediciones Renovación
Este blog está dedicado íntegramente a Lihn.




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