Monday, May 23, 2016

Robert Duncan on poetry / Robert Duncan sobre la poesía

There is no isolate experience (...), for to come into "house" or "dog", bread" or "wine", is to come into a company. Eros and Logos are inextricably mixed, daemons of an initiation in each of our lives into a new being. Every baby is surrounded by elders of a mystery. The first words, the "da-da" and "ma-ma", are keys given in a repeated ritual by parental priest and priestess to a locus for the child in his chaotic babbling, whereby from the oceanic and elemental psychic medium—warmth and cold, calm and storm, the moodiness previous to being—persons, Daddy and Mama, appear. But these very persons are not individual personalities but communal fictions of the family cultus, vicars of Father and Mother, as the Pope is a Vicar of Christ. The Child, the word "child", is himself such a persona, inaccessible to the personality of the individual, as the language of adult personal affairs is inaccessible to the child. To have a child is always a threat to the would-be autonomous personality, for the parent must take leave of himself in order to enter an other impersonation, evoking the powers of Fatherhood or Motherhood, so that the infant may be brought up from the dark of his individuality into a new light, into his Childhood. For the transition to be made at all, to come into the life of the spirit, in which this Kindergarten is a recreated stage set of the mythic Garden, means a poetry then, the making up of an imaginary realm in which the individual parents and infant participate in a community that exists in a time larger than any individual life-time, in a language. For "Father", "Mother", "Child", are living words, deriving their meaning from thousands of distinct experiences, and the actual flow of family life, like the actual flow of speech, "may be interpreted as the setting of these concepts into mutual relations." The toys of the nursery are not trivia but first given instruments of an extension in consciousness, our creative life.

In "Rites of Participation, The H.D. Book, Volume One of The Collected Writings of Robert Duncan, University of California Press. Found in Poems and Poetics.

No existe ninguna experiencia aislada (...), porque entrar a "casa" o "perro", "pan" o "vino" es entrar a una compañía. Eros y Logos están inextricablemente mezclados, son demonios de una iniciación a un nuevo ser en cada una de nuestras vidas. Cada bebé está rodeado de los ancianos de un misterio. Las primeras palabras, "pa-pá" y "ma-má", son claves otorgadas por el sacerdote y la sacerdotisa parentales, en un repetido ritual, a un sitio para el niño en su balbucear caótico, a partir del cual surgen personas, papá y mamá, del medio psíquico elemental y océanico: calor y frío, calma y tormenta, el humor variable que precede al ser. Pero estas mismas personas no son personalidades individuales, sino ficciones comunitarias del culto familiar, vicarios del Padre y la Madre, como el Papa es un Vicario de Cristo. El Niño, la palabra "niño", es también un personaje como ellos, inaccesible a la personalidad del individuo, de la misma manera que la lengua de los asuntos personales de los adultos es inaccesible para el niño. Tener un hijo es siempre una amenaza a la personalidad autónoma potencial, ya que los padres tienen que abandonarse a sí mismos para entrar en otra representación, evocando los poderes de la Paternidad y la Maternidad para que el bebé pueda ser traído desde la oscuridad de su individualidad hacia una nueva luz, hacia su Niñez. Para que la transición pueda producirse, para que entre a la vida del espíritu, en la cual este Preescolar es un escenario recreado del mítico Edén, es necesario, entonces, poesía: la invención de un entorno imaginario en el que los padres y el niño individuales participan en una comunidad que existe en un tiempo más amplio que el de cualquier vida individual, en una lengua. Porque "Padre", "Madre", "Hijo" son palabras vivas que derivan su sentido de miles de experiencias distintivas, y el flujo real de la vida familiar, como el flujo real de la palabra, "puede interpretarse como la instalación de estos conceptos en sus relaciones mutuas". Los juguetes del cuarto de los niños no son banalidades, sino los primeros instrumentos dados de una extensión de la consciencia: nuestra vida creativa.

En "Rites of Participation" [Ritos de participación], The H.D. Book, Volumen 1 de The Collected Writings of Robert Duncan [Obra completa de Robert Duncan], University of California Press. Tomado de Poems and Poetics.


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